La Presidenta del directorio de la Red Nacional de Territorios Creativos aborda en este texto el papel que juega esta red y el camino avanzado y los desafíos que se plantea esta plataforma, en sus palabras, como una invitación constante a imaginar y construir futuros colectivos.
El territorio es un movimiento, un tránsito hacia un horizonte continuo. Algunos lo definen como un palimpsesto: un manuscrito que, en su estructura, conserva intencionalmente las huellas de escrituras anteriores. De esta manera, el territorio se convierte en un ejercicio constante de memoria y transformación, donde el pasado y el presente dialogan para dar forma a futuros posibles.
Desde esta perspectiva, la Red Nacional de Territorios Creativos (RNTC) se erige como un espacio que resignifica las dinámicas culturales, sociales y económicas, reconociendo la diversidad y el potencial creativo de cada lugar como herramientas clave para un desarrollo inclusivo y sostenible. Aquí, las raíces culturales se entrelazan con las dinámicas creativas y los desafíos contemporáneos, generando nuevas narrativas que impulsan el desarrollo territorial.
En su camino hacia la consolidación, la Red enfrenta desafíos significativos: garantizar una gobernanza representativa que refleje la diversidad de sus miembros, asegurar recursos sostenibles para su operación y fortalecer los vínculos colaborativos entre territorios de manera continua. La diversidad del país, con sus marcadas diferencias en activos y oportunidades, le exigen también imaginar estrategias adaptadas a las realidades específicas de cada comunidad, desde centros urbanos consolidados hasta localidades más remotas.
Sin embargo, quizás el mayor desafío sea impregnar el espacio local con la perspectiva de los ecosistemas colaborativos para la creatividad. Esto requiere un convencimiento profundo de que la articulación entre actores públicos, privados, académicos y comunitarios no solo optimiza los recursos disponibles, sino que también empodera a cada territorio para definir y liderar su propio desarrollo.
La Red, como plataforma transformadora, ya ha comenzado a visibilizar el impacto de la economía creativa en la generación de empleo, la valorización del patrimonio local y la promoción de la identidad cultural, marcando un camino hacia la implementación de este modelo colaborativo.
Así, articular se convierte en un propósito central y crea cada día una nueva línea en el palimpsesto que constituye la Red, fortaleciendo la identidad y la memoria territorial, así como proyectando la construcción de nuevos horizontes. La RNTC se posiciona en un doble eje: como un espacio de acción concreta en el presente y como una invitación constante a imaginar y construir futuros colectivos, donde la creatividad sea el núcleo articulador de un desarrollo territorial justo, sostenible y consciente.